La cenicienta

Presintiendo su próximo fin, una mujer casada con un hombre rico aconseja a su hija que siga siendo buena y piadosa.

Poco después de su muerte, el viudo vuelve a casarse y la hija ha de convivir con su madrastra y dos hermanastras que le hacen la vida imposible: la maltratan verbalmente y le obligan a realizar todas las labores de la casa. Como en vez de acostarse en una cama, tenía que hacerlo cerca de las cenizas del hogar y por este motivo iba siempre polvorienta y sucia empezaron a llamarla «Cenicienta».

Un día en que su padre se disponía a ir a la feria, preguntó a sus dos hijastras qué deseaban que les trajese. Estas le pidieron vestidos, piedras preciosas y perlas. Cuando hizo la misma pregunta a Cenicienta, ella le dijo que le trajese la primera rama de árbol que le tocase el sombrero a su regreso.

Llegado a casa, el padre entregó a sus hijastras lo que le habían pedido y a Cenicienta un brote de avellano, que ella plantó en la tumba de su madre y que regó con sus lágrimas hasta que se convirtió en un hermoso árbol.

Cenicienta iba hasta allí tres veces al día, a llorar y rezar, y siempre encontraba un pajarillo blanco posado en una rama; un pajarillo que, cuando le pedía algo, se lo echaba desde arriba…

Versión cinematográfica del cuento:

La bella durmiente

Hace mucho tiempo vivieron un rey y una reina que deseaban tener un hijo, pero no lo conseguían. Un día en que la reina se bañaba en el río, una rana le dijo que antes de un año conseguiría lo que deseaba.

Y sucedió tal como la rana había pronosticado: la reina tuvo una hermosa hija. El rey organizó una gran fiesta a la que invitó no solo a sus parientes, amigos y conocidos, sino también a las hadas; con la esperanza de que fuesen generosas con su pequeña. Pero como solo tenía doce platos de oro, el rey no pudo invitar a una de las trece hadas del reino.

Tras el banquete, cada hada concedió un don a la pequeña pero, tras el turno de la undécima, se presentó la no invitada y pronunció la siguiente maldición: «La princesa se pinchará con un huso en cuanto cumpla quince años, y caerá muerta».

El hada duodécima, que aún no había otorgado su don a la princesa, solo pudo atenuar la maldición: la princesa no moriría sino que dormiría un sueño profundo que duraría cien años…

Versión cinematográfica del cuento en la que se da más protagonismo al hada «malvada»:

La Bella y la Bestia

Durante el viaje de regreso a su casa tras haber intentado recuperar sin éxito parte de los bienes que ha perdido, un mercader se ve obligado a pasar la noche, debido al mal tiempo, en un palacio aparentemente deshabitado pero en el que misteriosamente recibe ropa y alimento.

Al día siguiente, mientras pasea por el jardín del palacio corta una rosa blanca con la intención de llevársela a su hija Bella; pero una bestia de aspecto horrible se presenta ante él, se identifica como el propietario del palacio y le dice que lo va a matar por arrebatarle lo que más ama en el mundo: sus rosas. La Bestia, nombre con el que se identifica el propietario del castillo, solo está dispuesto a perdonar al mercader si una de sus hijas viene a morir en su lugar…

Versión cinematográfica del cuento:

Hansel y Gretel

Debido al hambre y a la miseria en la que viven, un matrimonio de leñadores se ve obligado a abandonar en el bosque a sus hijos: Hansel y Gretel. Pero Hansel, que ha escuchado junto con su hermana la conversación en la que sus padres planifican el abandono de ambos, elabora un plan que les permite regresar sanos y salvos a casa.

Los padres lo vuelven a intentar y, aunque los niños descubren de nuevo los planes de sus padres, esta vez los dos hermanos no consiguen regresar a casa. Perdidos en el bosque, un pájaro les conduce a una casa (hecha de pan, cubierta de bizcocho y con las ventanas de azúcar) en la que una bruja está a punto de comérselos.

Esta experiencia traumática será la que llevará a Hansel y Gretel a converirse, de mayores, en cazadores de brujas (según nos cuentan en esta película):

Blancanieves

Aunque hayan pasado ya doscientos años desde la publicación del primer volumen de los Cuentos para la infancia y el hogar (1812) de Jacob y Wilhelm Grimm, el interés por este tipo de historias sigue vigente. Se publican nuevas ediciones de estos cuentos y en las salas de cine se estrenan películas inspiradas en los mismos. Este es el caso de Blancanieves, la niña «tan blanca como la nieve, tan roja como la sangre y con los cabellos tan negros como el ébano» que sufrirá la envidia de su madrastra por ser «tan linda como la luz del día».

Alicia en el País de las Maravillas

Un caluroso día de verano a orillas de un río, Alicia, cansada de estar sentada junto a su hermana mientras ésta lee un libro, descubre a un conejo blanco con grandes ojos rosados que, provisto de un chaleco y un reloj de bolsillo, se queja de lo tarde que es. La niña, muerta de curiosidad, corre por la pradera hacia el lugar donde se encuentra el conejo y llega justo a tiempo de verlo desaparecer por una gran madriguera que se abre al pie de un seto. Sin pararse a pensar en lo que hace, Alicia decide entrar también en ella y camina por un largo túnel hasta que se precipita por un pozo que parece no tener fin…

Versión cinematográfica de este cuento:

Donde viven los monstruos

Regresemos por un momento a la infancia gracias a este cuento infantil…

Una noche, Max se pone su traje de lobo y se dedica a hacer travesuras por la casa. Su madre lo castiga y lo manda a la cama sin cenar.

Esa misma noche, en su habitación empiezan a producirse cambios: nace un bosque que crece y crece hasta que se convierte en un  nuevo mundo; surge un océano con un barco al que Max se sube y con el que llega al país donde viven los monstruos…

Versión cinematográfica de este cuento:

Vídeo basado en este cuento: